Vivir intensamente los Carnavales en la quebrada es una verdadera experiencia sobre todo cuando podemos disfrutarlos desde adentro, acompañados con los lugareños de Maimara..(en lengua aymara significa "El Otro Año") que está ubicado en el corazón de la Quebrada de Humahuaca en el departamento Tilcara en provincia de Jujuy en el noroeste Argentino.
Maimará está a una altura de 2.334 msnm y tiene como característica principal la policromía de sus cerros como es el caso de la Paleta del Pintor donde a escasos metros corre El río Grande de Jujuy .
Rodeado de quintas que abastecen de frutas y verduras a las localidades cercanas esta región fue poblada en el pasado por los indios Mamará y Tilcara..
En la quebrada de Humahuaca, el carnaval se inicia con el desentierro del diablo carnavalero y termina 8 días después, cuando se lo entierra.
El Carnaval de Maimará es único en el mundo, hecho por "Comparsas" y "Agremiaciones", y es muy divertido y colorido.
En las regiones de La Puna y La Quebrada de Humahuaca, el carnaval es simbolizado por un diablo que se desentierra de forma bulliciosa de una apacheta de piedra, o mojón montículo de piedras que representa el lugar donde esta enterrado el diablo, riegan la tierra y el mojón con bebidas alcohólicas, arrojan hoja de coca y cigarrillos encendidos, …se decora con serpentinas, guirnaldas, lana, flores, y albahaca, La planta de maíz se ofrece como símbolo de fertilidad de la tierra, se hace un pozo al costado y se aromatiza con coca, romero e incienso para ahuyentar la mala suerte, luego un diablo mayor levanta al muñeco desde el pozo como representación del desentierro.
El diablo simboliza al carnaval, trae alegría y buena suerte. El muñeco acompaña a cada comparsa durante todo el festejo. Cada comparsa tiene sus diablos, estos son los encargados de organizar el carnaval y divertir a la gente, acercándose al mojón para traer al diablito escondido. Las Máscaras Permiten mantener oculta la identidad de los diablos otorgándoles mayor libertad en la festividad.
Después del desentierro del diablo, las comparsas llegan al pueblo bailando con sus respectivos cantos y músicas, aceptan invitaciones de bebidas en las casas.
Al final, todas coinciden en un punto de encuentro para bailar, cantar y desfilar.
Cada comparsa es invitada con gaseosa, cerveza, chicha clericó, Saratoga y damajuana de vino, como aceptación al festejo se entalcan la cara y se colocan una hoja de albahaca en la oreja.
El diablo va a la cabeza del desfile, bailan hasta que acaban la bebida, se arrojan serpentina, papel picado y talco.
Durante esos 9 días el diablo reina en la vida de los Maimarenios; trayendo alegría, baile, bebida y desfreno.
Luego de este festejo comienza la triste despedida del Carnaval que se manifiesta con el llanto en el momento del entierro del diablo.
Cada comparsa vuelve a su mojón y hacen nuevas ofrendas a la madre tierra. Una vez ahuyentados los malos espíritus del pozo, se procede a quemar y enterrar al diablito.
Así el carnaval es enterrado hasta el próximo año.