El utilizarlas los cambios de velocidades de la bicicleta de manera adecuada hace que cada pedaleada sea más eficiente, además de que prolonga la vida útil de la cadena y de tus rodillas
Los cambios o marchas de la bicicleta ayudan a subir lomadas, arrancar y acelerar sin importar el número de velocidades o el tipo de cambios con los que esté equipada tu bicicleta, su objetivo es permitirte mantener una cadencia más constante (la candencia se refiere al número de revoluciones por minuto con la que pedaleamos), podríamos decir que una cadencia adecuada es aquella que te permite aplicar un buen nivel de fuerza en los pedales, sin ejercer fuerza excesiva con las piernas.
La selección de velocidades se logra a través del control de la tensión de chicotes conectados a los desviadores o cadena indicadora (cambios internos) por medio de los mandos. Además, en los últimos años se ha popularizado el uso de cambios electrónicos en bicicletas de gama alta.
Los mandos suelen estar en el manillar de la bicicleta, aunque en bicicletas más antiguas se encontraban sujetos al tubo inferior del cuadro.
La combinación correcta
De manera general, entre más pequeño sea el plato y más grande sea el piñón el pedaleo es más suave. En una velocidad baja o suave la rueda trasera recorre menos distancia por cada revolución de los pedales. Este tipo de combinaciones es útil para arrancar de manera eficiente o subirpendientes...
De manera contraria, entre más grande sea el plato y más pequeño sea el piñón que utilizamos la rueda trasera recorrerá una mayor distancia por cada revolución de los pedales. A una combinación de este tipo se le llama velocidad alta o dura y se reserva para cuando se va a gran velocidad.
En la ciudad las velocidades más usadas son las medias. Poniendo como ejemplo una bicicleta con 3 platos y 7 piñones estas combinaciones serían:
Al rodar por terrenos planos, bajadas, o con el viento a tu favor será recomendable utilizar velocidades altas, avanzando más a cada pedaleada. Esto te permitirá generar una mayor velocidad manteniendo la cadencia.
En muchos casos es necesario disminuir de velocidad o incluso hacer alto total. En estos casos es conveniente anticipar el cambio de velocidad.
Por ejemplo, si el semáforo cambia a rojo, antes de frenar totalmente se recomienda cambiar a una velocidad más baja para poder arrancar de manera eficiente cuando la luz cambie a verde.
En algún punto de tus trayectos encontrarás alguna pendiente. En estos casos hay que cambiar a una velocidad baja o suave antes de que el pedaleo se torne pesado. Recuerda que hay que mantener la cadencia en todo momento.
Si la pendiente es ligera bastara con jugar con los piñones. Por otro lado, si la pendiente es bastante pronunciada lo ideal es cambiar al plato más chico para después comenzar a jugar con los piñones hasta encontrar la combinación que te permita mantener una cadencia adecuada.
En un principio puede resultar confuso el tener tantas combinaciones posibles en la bicicleta pero es cuestión de salir a rodar y experimentar todas las alternativas, en base a estas salidas lograras disfrutar mas tu bicicleta.