Cuando el runner Norbert Asprion de 54 años sale a entrenar entre 3 o 4 veces por semana por la ciudad de Ludwigshafen, en el estado alemán de Renania-Palatinado, sostiene en la mano su celular que le va indicando el trazado del recorrido. Lo llamativo es que la distancia que recorre tiene la forma de un animal.