Disfrutar de lo que tenemos en el norte y poder compartirlo es sin duda un gusto y una alegría poder hacerlo..
Nuestro recorrido esta vez fue por los Valles Calchaquíes para encontrarnos por el Camino de los Artesanos del Poncho salteño.
Partimos muy temprano desde la ciudad de Salta capital situada a 12000msnm sobre el nivel del mar por la ruta Nac 68, pasando por distintos poblados como Cerrillos, La Merced y El Carril típicos pueblos del Valle de Lerma.
De allí continuamos por la RP33 y llegamos Chicoana pueblo que conserva su estilo Colonial y se caracteriza por la producción del tabaco
Continuamos nuestro recorrido por la quebrada de Escoipe tramo que vincula los exuberantes Valles de Lerma y Calchaquí.
Recorrimos caminos de huellas perdidas, cruces de puentes antiquísimos, y numerosas curvas en la cuesta del obispo hasta llegar al punto más alto que es piedra del Molino a 3348msnm
…….. Transitamos por la Recta de TIN TIN, es una recta de 19 km, trazada a unos 3000 metros de altura, por los nativos valiéndose de fogatas a modo de jalones, tiene la perfección que hoy nos da la tecnología moderna con sus aparatos de precisión..
el viento sopla fuertemente por momentos se detiene y nos permite ver la inmensidad de estos valles.
Una vez más nos devoran los caminos rodeados de paisajes increíbles hasta llegar a Payogasta Antigua población de origen indígena, cuyo nombre significa "pueblo blanco" o "pueblo blanquecino, al norte del valle calchaquí sobre la ruta 40.
A pocos km nos encontramos ya en el poblado de Cachi situado a 2280 msnm su nombre significa "sal" en idioma quechua, porque los nativos habían confundido la cumbre del Nevado con una salina.
Este legendario pueblo posee una arquitectura de estilo colonial español con casas de adobe pintadas de blanco y construidas sobre basamentos de rocas, teniendo las ventanas antiguas rejas de hierro forjado.
En la Plaza Central se encuentra La Iglesia de Cachi, se comenzó a edificar en el siglo XVI, aunque su aspecto exterior (neogótico) data del siglo XIX, en su interior gran parte de los elementos (vigas, altar, confesionarios) están realizados con la porosa madera del cardón.
Esta iglesia ha sido declarada Monumento Histórico Nacional.
También frente a la plaza se encuentra el Museo Arqueológico Pío Pablo Díaz que cuenta ya con más de 5.000 piezas (en gran parte cerámicas) que son testimonio de un período de 10.000 años.
el clima en esta región es templado o frío y seco, con veranos que registran temperaturas entre los 15º y 28º C e inviernos con temperaturas de 1º a 19º C, por eso su suelo es árido pero fértil y se producen hortalizas, legumbres y en especial el pimiento rojo que comenzó a ofrecerse dentro de la época de cosecha en los meses de marzo, abril y mayo como paquete de atractivos para los que visitan la región..
.Al igual que lo hicieron sus antepasados, el secado se hace a la luz del sol y una vez que están resecos, viene el turno de la entrega a quienes los recolectan para luego molerlos y envasar el producto.
…….Sin demorarnos, partimos a recorrer el “Camino de los artesanos” en Seclantás, el único pueblo del valle Calchaquí ubicado sobre la margen este del río del mismo nombre, pertenece al Departamento Molinos y está ubicado a 29 km al sur de Cachi.
El pueblo se desarrolla prácticamente a partir de una calle principal. La plaza es exótica, con altas palmeras y alberga a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, construida en 1835, que mezcla el estilo cuzqueño con detalles florentinos e imágenes populares.
“Soy poncho en Seclantás” reza un fragmento de una copla del folclorista salteño “Chaqueño” Palavecino, que describe el saber popular de cada rincón de Salta.
El “Camino de los artesanos” es una calle –paralela a la RN40, que comienza en El Colte y termina en Seclantás- con una veintena de casas/talleres de adobe y techo de paja o caña, donde se fabrican tapices, fajas y ponchos, ruanas, mantas, chales, y chalinas.
Los artesanos teleros ofrecen sus obras a la vera del camino o incluso abren las puertas de sus casas para mostrar cómo trabajan. Utilizan lana de oveja, llama y muy ocasionalmente vicuña y anilina o tinturas vegetales en base a cáscaras de nogal o resinas de algarrobo.
El poncho de Salta, que no es rojo granate, ni bermellón, ni escarlata sino “rojo-salteño”, con sus dos guardas de luto, recuerda a don Martín Miguel de Güemes y a sus gauchos, los Infernales, que dieron la vida por la independencia del país.
“El poncho es una prenda de abrigo ya utilizada en tiempos prehispánicos y representativo de la población criolla
Los artesanos seclanteños comentan que su arte ha pasado de generación en generación. La confección de la tela que luego será poncho insume varios días y el proceso de tejido lleva varios pasos:
- el hilado y la torcida de la lana, que es la manera como pasa de una masa informe y esponjosa a hilo, gracias al perpetuo girar del huso;
- lavado y entintado del hilo, sea con anilina o tinturas vegetales en base a cáscaras de nogal o resinas de algarrobo;
- tendido de los hilos en el telar; el tejido es la parte del proceso que más tiempo demanda, y será mayor o menor según la habilidad y maestría del artesano;
- terminada la tela viene el “costureo” de la boca del poncho y de los flecos;
- planchado con viejas planchas de hierro que se calientan con brasas o al calor del fuego.
El tipo de lana define el espesor del tejido:
- la rústica, hilada con lana de ovejas de la zona: grueso y abrigado;
- la industrial: brillante y liviano.
El recorrido se acaba y A medida que el sol comienza a esconderse tras las montañas dejándonos llenos de historias y anécdotas de esta tierra Gaucha en el norte Argentino.